La democracia es un sistema de mayorías y minorías. Cuando la minoría es
silenciada o avasallada el espacio de la democracia es ocupado por la dictadura
o tiranía.
No soy golpista. Ni gorila. No pido que se vayan
todos. Ni me interesa ir a agredir ni insultar a nadie. Soy respetuoso de las
leyes, y de mis obligaciones. No me paga la derecha, ni Clarín, ni Macri.
Simplemente me gusta tomar todas mis decisiones por mi mismo. Y eso incluye
defender mis derechos.
Por eso, este jueves, sólo pediré JUSTICIA.
Justicia independiente. Justicia para todos.
Si en este país existiera verdaderamente la
justicia, todo el resto de los problemas y conflictos desaparecerían, o por lo
menos serían controlados.
Con Justicia, no habría corrupción, especialmente dentro del gobierno. Y cuando hubiese funcionarios corruptos estarían presos, como corresponde. No habría una violación sistemática de la Constitución Nacional ni de las leyes en vigencia. Ni se las intentaría modificar, o vetar, o derogar, según conveniencia. Ni funcionarios que no pueden justificar su patrimonio, comenzando por la misma presidente.
Con Justicia, los jubilados cobrarían el 82% que marca la ley vetada por la presidente actual, quien alegó, como hizo nuevamente el titular de la ANSES, que colapsaría el sistema provisional. Es curioso, que la caja de jubilaciones no tenga dinero para cumplir con su propósito, mientras que luego de allí salen miles de millones para financiar el fútbol para todos, aerolíneas, YPF, y cuanto plan populista se le ocurra al gobierno, mientras que miles de personas que aportaron toda su vida, ven pasar sus últimos años haciendo malabarismos para subsistir. Repito: aquellas personas que aportaron toda su vida. Porque si ahora la caja no cierra, es porque este gobierno le concedió el mismo beneficio a todos aquellos que jamás aportaron un centavo al estado, y obtienen su jubilación más rápido y sin descuento alguno, lo cual representa una burla para el resto.
Con Justicia, se vería reducida la inseguridad, que lejos de ser una sensación, es una realidad. En lo personal fui asaltado, secuestrado, tengo que lamentar un familiar asesinado en intento de robo, y otros hechos delictivos a personas allegadas. Y mientras este gobierno le echa la culpa a los medios, las estadísticas son cada vez más alarmantes. Y para que quede claro, los números de las estadísticas son en realidad vidas humanas que se perdieron por la ineptitud, negligencia y corrupción de los funcionarios, empezando por la cabeza del poder ejecutivo. Mientras tanto, los presos asisten alegremente a actos partidarios oficialistas como si nada; el narcotráfico está instalado definitivamente en nuestro país, financiando incluso campañas políticas.
Pero mientras la Justicia esté en manos de jueces vinculados con redes de prostíbulos, o que no puedan justificar sus ingresos, o fallen presionados por el Ejecutivo, nada cambiará para mejor.
Estamos en un país que habiendo sido ejemplo en materia de educación, actualmente el 50% de los adolescentes no termina el secundario. Nunca como en estos años la educación pública cedió tanto espacio a la enseñanza privada. La calidad educativa bajó a niveles paupérrimos. La Universidad de Buenos Aires, que históricamente estuvo entre las diez mejores universidades del mundo, actualmente no figura ni entre las diez primeras de Sudamérica. Y todos estos datos no los inventó Clarín, sino que salen de estudios de la UNESCO, OEA y otros organismos internacionales. Mientras tanto la presidente dice que la educación es uno de los ejes de este gobierno(¿?). No se hizo nada en materia educativa, excepto bastardear a los docentes, e intentar adoctrinar a los chicos con charlas de La Cámpora, lo cual, nuevamente, constituye una violación a la ley que lo prohíbe. Pero por supuesto, un gobierno populista sabe perfectamente que cuanto más ignorante sea el pueblo, más fácil de controlar y de manipular será.
EXIJO JUSTICIA. Que todos los corruptos, sea cual fuere el cargo que ocupe vayan a prisión. No me tranquiliza que personajes deplorables como Milagro Sala, Delía y Pérsico se pongan a bailotear burlonamente “somos buenos, somos buenos…”. No me van a convencer.
Y seguramente no van a faltar los fundamentalistas defensores del relato oficial con sus dos respuestas ya clásicas, que repiten como autómatas: “aguantate porque ganamos con el 54%”, ó “formen un partido y ganen las elecciones”. Con respecto a la primera frase, que el actual gobierno haya ganado una elección con la mayoría absoluta, no le da derecho a hacer lo que quiera, sin buscar consenso, y mucho menos esquivar la legalidad de sus propuestas. Por un margen muy superior también ganó las elecciones Adolf Hitler, y sin embargo eso no justifica lo que vino después. Y por otro lado, lo que el gobierno y sus adeptos no entienden, es que se gobierna para todo el pueblo, los que lo votaron y los que no lo hicieron. Todos tenemos los mismos derechos. Y en cuanto a la segunda respuesta armada, hubiese sido bueno que le dijeran “formen un partido y ganen las elecciones” hace 40 años a los que hoy ocupan el gobierno; nos hubiésemos ahorrado mucha sangre y muchas vidas.
Y a esta altura resulta indignante, que luego de una década, no haya habido nunca la menor autocrítica. Siempre la culpa es de los medios, o de Magnetto, o de la oposición (como si existiera), o de lo 90, o del mundo. Es insultante la soberbia con que se manejan los funcionarios. Y nadie dividió tanto la sociedad argentina como lo ha hecho este gobierno, en forma permanente.
Por eso, este jueves voy a estar en el obelisco pidiendo por Justicia. Justicia para todos… y todas.
Con Justicia, no habría corrupción, especialmente dentro del gobierno. Y cuando hubiese funcionarios corruptos estarían presos, como corresponde. No habría una violación sistemática de la Constitución Nacional ni de las leyes en vigencia. Ni se las intentaría modificar, o vetar, o derogar, según conveniencia. Ni funcionarios que no pueden justificar su patrimonio, comenzando por la misma presidente.
Con Justicia, los jubilados cobrarían el 82% que marca la ley vetada por la presidente actual, quien alegó, como hizo nuevamente el titular de la ANSES, que colapsaría el sistema provisional. Es curioso, que la caja de jubilaciones no tenga dinero para cumplir con su propósito, mientras que luego de allí salen miles de millones para financiar el fútbol para todos, aerolíneas, YPF, y cuanto plan populista se le ocurra al gobierno, mientras que miles de personas que aportaron toda su vida, ven pasar sus últimos años haciendo malabarismos para subsistir. Repito: aquellas personas que aportaron toda su vida. Porque si ahora la caja no cierra, es porque este gobierno le concedió el mismo beneficio a todos aquellos que jamás aportaron un centavo al estado, y obtienen su jubilación más rápido y sin descuento alguno, lo cual representa una burla para el resto.
Con Justicia, se vería reducida la inseguridad, que lejos de ser una sensación, es una realidad. En lo personal fui asaltado, secuestrado, tengo que lamentar un familiar asesinado en intento de robo, y otros hechos delictivos a personas allegadas. Y mientras este gobierno le echa la culpa a los medios, las estadísticas son cada vez más alarmantes. Y para que quede claro, los números de las estadísticas son en realidad vidas humanas que se perdieron por la ineptitud, negligencia y corrupción de los funcionarios, empezando por la cabeza del poder ejecutivo. Mientras tanto, los presos asisten alegremente a actos partidarios oficialistas como si nada; el narcotráfico está instalado definitivamente en nuestro país, financiando incluso campañas políticas.
Pero mientras la Justicia esté en manos de jueces vinculados con redes de prostíbulos, o que no puedan justificar sus ingresos, o fallen presionados por el Ejecutivo, nada cambiará para mejor.
Estamos en un país que habiendo sido ejemplo en materia de educación, actualmente el 50% de los adolescentes no termina el secundario. Nunca como en estos años la educación pública cedió tanto espacio a la enseñanza privada. La calidad educativa bajó a niveles paupérrimos. La Universidad de Buenos Aires, que históricamente estuvo entre las diez mejores universidades del mundo, actualmente no figura ni entre las diez primeras de Sudamérica. Y todos estos datos no los inventó Clarín, sino que salen de estudios de la UNESCO, OEA y otros organismos internacionales. Mientras tanto la presidente dice que la educación es uno de los ejes de este gobierno(¿?). No se hizo nada en materia educativa, excepto bastardear a los docentes, e intentar adoctrinar a los chicos con charlas de La Cámpora, lo cual, nuevamente, constituye una violación a la ley que lo prohíbe. Pero por supuesto, un gobierno populista sabe perfectamente que cuanto más ignorante sea el pueblo, más fácil de controlar y de manipular será.
EXIJO JUSTICIA. Que todos los corruptos, sea cual fuere el cargo que ocupe vayan a prisión. No me tranquiliza que personajes deplorables como Milagro Sala, Delía y Pérsico se pongan a bailotear burlonamente “somos buenos, somos buenos…”. No me van a convencer.
Y seguramente no van a faltar los fundamentalistas defensores del relato oficial con sus dos respuestas ya clásicas, que repiten como autómatas: “aguantate porque ganamos con el 54%”, ó “formen un partido y ganen las elecciones”. Con respecto a la primera frase, que el actual gobierno haya ganado una elección con la mayoría absoluta, no le da derecho a hacer lo que quiera, sin buscar consenso, y mucho menos esquivar la legalidad de sus propuestas. Por un margen muy superior también ganó las elecciones Adolf Hitler, y sin embargo eso no justifica lo que vino después. Y por otro lado, lo que el gobierno y sus adeptos no entienden, es que se gobierna para todo el pueblo, los que lo votaron y los que no lo hicieron. Todos tenemos los mismos derechos. Y en cuanto a la segunda respuesta armada, hubiese sido bueno que le dijeran “formen un partido y ganen las elecciones” hace 40 años a los que hoy ocupan el gobierno; nos hubiésemos ahorrado mucha sangre y muchas vidas.
Y a esta altura resulta indignante, que luego de una década, no haya habido nunca la menor autocrítica. Siempre la culpa es de los medios, o de Magnetto, o de la oposición (como si existiera), o de lo 90, o del mundo. Es insultante la soberbia con que se manejan los funcionarios. Y nadie dividió tanto la sociedad argentina como lo ha hecho este gobierno, en forma permanente.
Por eso, este jueves voy a estar en el obelisco pidiendo por Justicia. Justicia para todos… y todas.
M.L.
(Tomado de la web)