Mi
estimadisima sra. PresidentE: Escuche su discurso y permítame expresarle que,
el salmón, "no es suicida". El salmón cumple su ciclo vital tal en el
orden natural se le marcó. Por favor, cuando quiera usted dirigirse por medio
de parábolas, informese primero. En cuanto al título de página donde se hace
referencia a otro aspecto de su discurso: "Cansa que nos digan
proteccionistas", no me quiera hacer creer que usted se cree
"conservadora". La única cosa que conserva usted es el concepto de
hacer porque se incremente su patrimonio familiar. Repito: El salmón no es
suicida; el ser humano sí y lo denuncia anunciándolo de distintas formas,
políticamente, claro
lajauria
(del diario El Dia, La Plata, 7/12/2012)