Sra C F de Kirchner
Me dirijo a ud como bonaerense,
por supuesto que sabe soy argentina. Despuésde
los días de paro, negociaciones del
gobernador con los gremios docentes y las infortunadas declaraciones de Diana Conti,
su silencio e inoperancia me parece otro
más de sus falta de respecto
Si quiere lograr la renuncia del
Gobernador, de la cara, pídasela, hay 4 millones de chicos sin clases, miles de
hogares que hacen maravillas para no dejar sus hijos solos, madres que llevan
(cuando se los permiten) a sus niños al trabajo, excepto los que tienen planes
que se quedan con sus hijos y cultivan la vagancia. Por supuesto que si hace,
los habitantes de Buenos Aires se le van a poner en contra, en un año
electoral, sabe que no es conveniente
No le parece que las declaraciones
y actos de de Vido y Kunkel (agregaria D´Elia pero no es funcionario) son lamentables.
A su vuelta de Roma dio algunos mensajes pacificadores, hablo de abandonar el
odio, parece que ya se olvido, su memoria es muy frágil.
Acostumbra a manejar la gente con el bolsillo, por más fantasías
que quieran dibujar, los billetes tienen menos valor que aquellos patacones con
los que se logro salvar la crisis financiera y económica, de aceptación no solo
en la provincia sino también en casi todo el país.
Claro tiene la máquina de
imprimir esos papeles sin valor, me duele tanto haber perdido nuestra moneda,
además hace uso y abuso de los fondos del ANSES, y asi sigue “tratando” de
dominar, como hacían los monarcas. Pero, señora, la gente está cansada de su
soberbia, de su autoritarismo, de que trate de los gobernadores y/o intendentes
como descartables.
Cada vez le cuesta más llenar
sus discursos con aplaudidores, se lo
digo porque el sequito de obsecuentes que hay a su alrededor siguen sin
blanquear la realidad.
Allá en el sur estará disfrutando
de la incoherencia de sus gremialistas que están tratando de desestabilizar al
gobernador, por mas chispas que le saque a la maquinita, recuerde a Moyano, cuando
los de abajo reaccionan la cabeza tiene
que aceptar, los presidentes pasan, los afiliados votan sus representantes y
con ello mantienen su ritmo de vida de los gremialistas
Tal vez en estos días de Semana
Santa lo piensa y cambia su actitud, termine con “yo no fui”, tanto que le
gusta el yoismo