30 de marzo 2013



Sra C F de Kirchner
Me dirijo a ud como bonaerense, por supuesto que sabe  soy argentina. Despuésde  los días de paro, negociaciones del gobernador con los gremios docentes y las infortunadas declaraciones de Diana Conti, su silencio e inoperancia  me parece otro más de sus  falta de respecto
Si quiere lograr la renuncia del Gobernador, de la cara, pídasela, hay 4 millones de chicos sin clases, miles de hogares que hacen maravillas para no dejar sus hijos solos, madres que llevan (cuando se los permiten) a sus niños al trabajo, excepto los que tienen planes que se quedan con sus hijos y cultivan la vagancia. Por supuesto que si hace, los habitantes de Buenos Aires se le van a poner en contra, en un año electoral, sabe que no es conveniente
No le parece que las declaraciones y actos de de Vido y   Kunkel (agregaria  D´Elia pero no es funcionario) son lamentables. A su vuelta de Roma dio algunos mensajes pacificadores, hablo de abandonar el odio, parece que ya se olvido, su  memoria  es muy frágil.
Acostumbra a manejar  la gente con el bolsillo, por más fantasías que quieran dibujar, los billetes tienen menos valor que aquellos patacones con los que se logro salvar la crisis financiera y económica, de aceptación no solo en la provincia sino también en casi todo el país.
Claro tiene la máquina de imprimir esos papeles sin valor, me duele tanto haber perdido nuestra moneda, además hace uso y abuso de los fondos del ANSES, y asi sigue “tratando” de dominar, como hacían los monarcas. Pero, señora, la gente está cansada de su soberbia, de su autoritarismo, de que trate de los gobernadores y/o intendentes como descartables.
Cada vez le cuesta más llenar sus  discursos con aplaudidores, se lo digo porque el sequito de obsecuentes que hay a su alrededor siguen sin blanquear la realidad.
Allá en el sur estará disfrutando de la incoherencia de sus gremialistas que están tratando de desestabilizar al gobernador, por mas chispas que le saque a la maquinita, recuerde a Moyano, cuando los de abajo  reaccionan la cabeza tiene que aceptar, los presidentes pasan, los afiliados votan sus representantes y con ello mantienen su ritmo de vida de los gremialistas
Tal vez en estos días de Semana Santa lo piensa y cambia su actitud, termine con “yo no fui”, tanto que le gusta el yoismo